Ya sólo que un hospital ponga energía en hacer la institución más humana me parece una buena noticia. Pero, ¿por qué sustituir a las personas por cosas? Lxs niñxs que han de pasar por una cirugía experimentan miedo y ansiedad asociados a la intervención y a la separación de sus madres/padres. En esta sociedad tecnológica rápidamente se nos ocurren alternativas como videojuegos, coches, luces y colores para paliar esa angustia que se despierta al alejarse de sus figuras principales de apego. ¿No sería más sencillo y más barato no separarles y permitir que su madre o su padre les acompañen hasta el quirófano? Que les den la mano, les miren a los ojos, les acaricien y les hagan sentir el calor de su presencia.
La salud mental pasa por estar conectadxs con lo que sentimos, ya sea agradable o desagradable. Especialmente para las emociones más difíciles de sostener (rabia, miedo, frustración, angustia, etc.) necesitamos ser reconfortadxs por otro ser humano que pueda comprendernos y darnos su apoyo. La distracción es una manera de tapar los sentimientos genuinos, de deslegitimarlos y de posponer su expresión, ya que la emoción no desaparece sino que queda contenida como en una olla a presión. Es más saludable facilitar que lxs niñxs canalicen lo que les asusta o les preocupa a través de cauces como el juego, el dibujo o la música. Y que puedan tener a su madre y/o su padre escuchando, ayudando a poner palabras al sentir, dando permiso a esas emociones tan naturales en esa situación y proporcionando el insustituible y amoroso abrazo que sólo ellxs pueden dar.
El Hospital de Móstoles está trabajando para crear espacios en la UCI de Neonatos en los que madres, padres y bebés puedan permanecer juntxs las 24 horas. El Hospital de Valldebron está implementando un proyecto para que lxs hermanxs puedan acudir a la UCI y no quedar excluídxs de los cuidados de lxs bebés de su familia. Ojalá que en el 2019 crezcan este tipo de iniciativas en las que las personas son las protagonistas y que contribuyen a que los hospitales sean entornos más amables y con más corazón.
Berta Pérez Gutiérrez
www.musicoterapiaymaternidad.es
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